Camino a la Beatificación

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19 junio 2016

Con una misa multitudinaria culminó el Congreso Eucarístico Nacional

Legado papal: “La Eucaristía es 
el gran motor de la vida cristiana”

El legado papal, cardenal Giovanni Battista Re, presidió hoy la misa de clausura del XI Congreso Eucarístico Nacional en Tucumán, ante unas 300.000 personas. El prelado purpurado recordó que “la Eucaristía es el gran motor de la vida cristiana” y aseguró que “ella es un aliciente para reconstruir el tejido cristiano de la sociedad y punto de partida para la tan deseada nueva evangelización”.
“Hay una gran necesidad de reedificar la familia y la sociedad sobre la roca de la fe en Dios y de su amor misericordioso, que este Año Jubilar de la Misericordia nos hace experimentar”, agregó ante la multitud reunida en el Hipódromo provincial.
Antes de comenzar la misa, mientras los fieles entonaban el himno del Congreso
Eucarístico, a cuyo canto se sumó la vicepresidenta Gabriela Michetti, llegaron en procesión imágenes religiosas de las advocaciones a la Virgen que se veneran en el noroeste argentino, además de Nuestra Señora de Luján, patrona nacional.
El locutor animó a los presentes a hacer el gesto de abrazarse y el presidente Mauricio Macri respondió haciéndolo con el gobernador de Tucumán, Juan Manzur.
La celebración eucarística comenzó con la interpretación de la Misa Criolla, la obra de Ariel Ramírez, y una de las lecturas estuvo a cargo de la vicepresidenta Michetti.

Ante la multitud de fieles, el purpurado italiano saludó a las autoridades “en nombre del papa Francisco” y deseó “todo bien a cuantos viven en esta amada nación, de profundas raíces cristianas y fuertemente encaminada, con esperanza, hacia el futuro”.
“El encuentro con Cristo en la Eucaristía no se agota en nuestra intimidad, sino que nos impulsa a dar testimonio y a la solidaridad con los demás”, afirmó, y agregó: “En torno al misterio eucarístico siempre se ha desarrollado el servicio de la caridad hacia el prójimo. De la Eucaristía ha brotado a través de los siglos un inmenso río de caridad y de obras
sociales”.
"También para las sociedad actual, marcada por tanto egoísmo, por la especulación desenfrenada, por tensiones y contrastes, por tanta violencia, la Eucaristía es una llamada a la apertura hacia los demás, a saber amar, a saber perdonar; es una invitación a la reconciliación, a la solidaridad y al compromiso con los pobres, con los ancianos, con los sufrientes, con los pequeños y los marginados”, sostuvo.
El cardenal Re señaló que “reconocer a Cristo en la hostia santa, en efecto, lleva a saber reconocerlo también en los hermanos y abre nuestro corazón para salir al encuentro de toda pobreza”.

“La Eucaristía también es luz para el servicio del bien común y para la contribución que los cristianos deben aportar a la vida social y política, que necesita hoy más que nunca de un quiebre, que lleve a poner fin a la corrupción y a una real renovación y progreso en la honestidad, en la rectitud moral, en la justicia y en la solidaridad”, añadió.
El legado papal pidió que a Dios que “bendiga a las familias, escuelas donde se aprende la fe y ese patrimonio de valores que cada uno lleva consigo para siempre” y a la Argentina “formada por gente de diversa proveniencia, que la fe cristiana y sus valores han amalgamado en una gran nación, unida y rica en recursos y en ideales, que, en la fidelidad
a sus tradiciones y a su identidad, mira al futuro con esperanza”.
“Nos asista y nos acompañe con su materna protección la beata Virgen María. A la Virgen de Luján, patrona de Argentina, confiamos los frutos de este Congreso Eucarístico Nacional, Ella nos consagramos, implorando su ayuda, para ser verdaderos cristianos, testigos del amor misericordioso de Dios, manifestado al mundo en el misterio de la Eucaristía”, concluyó.

Dinero para Cáritas
Durante el ofertorio, se anunció que la colecta realizada durante la celebración de ayer
recaudó $354.463 que serán destinados para Cáritas y para la diócesis de Concepción.
A continuación, los fieles pudieron comulgar gracias a que una gran cantidad de sacerdotes y ministros de la Eucaristía se distribuyeron por el predio para repartir la comunión. La hermana Soraya Matu, de la congregación Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, confirmó que en esta misa fueron consagradas 22.000 hostias.

Oración de Macri y adoración eucarística
Luego, antes de terminar la misa, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, saludó a los presentes y llamó a vencer la corrupción y la pobreza.
Finalmente, se realizó un momento de adoración eucarística en el que fue utilizada la custodia construida gracias a la donación de alianzas, aros, y diferentes joyas de plata, entregadas por tucumanos.

Agradecimiento de monseñor Zecca
Antes de finalizar el acto de clausura, el cardenal Re expresó su admiración por la devoción y la fe de los argentinos por la Eucaristía, y agradeció a los organizadores del CEN y especialmente al arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca.
"Dios bendiga a la Argentina y la acompañe en el camino al tercer centenario", concluyó el enviado papal.
Monseñor Zecca le agradeció al cardenal Re traer la presencia del Papa a Tucumán y le pidió que lleve el agradecimiento del Episcopado por enviarlo.
Asimismo, mencionó que del Congreso participaron peregrinos de muchas partes y deseo un feliz día del padre, a la que consideró una fecha muy importante "porque hay que revalorizar a la familia".

Macri arrancó un aplauso al pedir a Dios
poder defender la vida desde la concepción

El presidente Mauricio Macri arrancó hoy un aplauso fuerte de los miles de peregrinos que participaron en Tucumán del acto de clausura del XI Congreso Eucarístico Nacional, al pedir a Dios en una plegaria poder defender la vida desde la concepción y hasta la muerte.
“Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos, para ser una patria fraterna y solidaria, superar los desencuentros y unirnos caminando juntos, para construir entre todos el futuro con esperanza y trabajo”, rogó el primer mandatario ante miles de personas presentes en el Hipódromo provincial.
“Jesucristo te necesitamos para actuar siempre en la verdad y la justicia la incluir a todos y vencer las distintas formas de pobreza, para erradicar la corrupción en todas sus manifestaciones”, agregó.
Macri pidió también a Dios que acompañe a los argentinos “para promover la fe respetando las distintas expresiones”, y “para cuidar la naturaleza nuestra casa común, para convivir en paz con todos los pueblos de la tierra”
“Todo lo pedimos confiando en la intercesión de la Virgen, tan amada por nuestro pueblo y que nos acompaña desde siempre en Tucumán”, sostuvo y aprovecho para agradecerles la hospitalidad al “querido pueblo tucumano”.
“Viva la patria, viva el amor”, gritó en el final el primer mandatario.

Macri saludó luego en el altar al enviado del papa Francisco, cardenal Giovanni Battista Re. 
Fuente: AICA