Camino a la Beatificación

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11 abril 2014

Solemne traslado de una imagen de Cristo de más 200 años donada a la Catedral

Durante la mañana del último viernes de Cuaresma, se concretó el traslado de una antigua imagen de Cristo crucificado, que data de más de 200 años, desde la casa particular de su dueña, Dña. Clementina Arroyo, hasta la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, que recibió tan preciosa donación.
La solemne ceremonia comenzó en el domicilio particular de Doña Clementina, quien sumó a este acontecimiento el festejo de sus 90 años de vida, y contó con la presencia del Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, el Vicario General de la Diócesis, Pbro. Julio Quiroga del Pino, y un buen número de vecinos, entre ellos el ex Intendente de Capital, Dr. Ricardo Guzmán, quienes compartieron este emotivo momento.
El breve acto se concretó frente al domicilio particular ubicado en el barrio La Cruz Negra, donde la antigua imagen fue expuesta a los presentes por Mons. Urbanc, quien recitó un hermoso himno al Cristo crucificado, coronado con el canto del Ave María interpretado por integrantes de la Banda de Música de la Policía de la Provincia. Los asistentes entonaron el Cumpleaños Feliz dedicado a doña Clementina, quien dio gracias a Dios por el don de la vida.
Desde allí se puso en marcha una caravana vehicular que, escoltada por personal de la Guardia Urbana de la Municipalidad de San Fernando del Valle de Catamarca y de la Policía de la Provincia de Catamarca, recorrió las calles de la ciudad capital hasta el Santuario Mariano, donde su Rector, el Pbro. José Antonio Díaz, recibió la Sagrada Imagen portada por el Señor Obispo, quien presidió la Santa Misa de acción de gracias en el altar mayor de la Catedral Basílica.


Dña. Clementina: “Es el Hijo que viene a estar cerca de la Madre”
Al finalizar la celebración eucarística, Doña Clementina Arroyo comentó: “Mi papá me dijo que, cuando yo me vaya de este mundo, deje la imagen en alguna capilla para que ahí permanezca y sea venerada. Por eso decidí donarla a la Catedral, porque qué mejor lugar para Cristo que al lado de su Madre. Él es el Hijo que viene a estar cerca de la Madre”.
Respecto de la imagen, explicó que “este Cristo tiene más de 200 de años, y fue traído de España. En esa época todas las imágenes eran traídas de Europa y después eran repartidas en las familias. Mi tatarabuela
pidió un Cristo y desde entonces está en la familia Arroyo. En ese entonces ellos vivían en Mendoza y luego se trasladaron a Catamarca”.

Por último, expresó: “Estoy muy feliz de poder compartir este día con todos, aquí en la casa de la Virgen. Fue inolvidable el gesto, el regalo del Señor Obispo de compartir el desayuno en mi casa. Todos mis vecinos se acercaron a saludarme, pusieron globos en la calle y fue maravilloso el cariño de la gente”.