Camino a la Beatificación

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08 abril 2013

Jóvenes que superaron el dolor de la droga en sus vidas brindarán su testimonio


“Estaba muerto y he vuelto a la vida”

La Pastoral de las Adicciones, parroquia Santa Rosa de Lima, Grupo Virgen del Valle invitan a la comunidad de Catamarca a ser testigos del testimonio de jóvenes que superaron el dolor de la droga en sus vidas, a través de la labor que lleva adelante la Comunidad Cenáculo.
La propuesta se llevará a cabo el sábado 13 de abril, en la ciudad capital y Valle Viejo, según el siguiente cronograma:
Barrios del sector Sur- Este
En el Oratorio Divino Niño Jesús del barrio Villa Eumelia, a las 16.00.

Barrios del sector Sur-Oeste
En la escuela N° 195 Revolución de Mayo, a las 17.00.

Barrios del sector Norte
En las instalaciones del CIC, calle Virgen del Valle Norte, a las 11.00.

En Valle Viejo
Club Marco Avellaneda, San Isidro, al lado del templo parroquial, a las 10.00.

Departamento del Oeste
Martes 9, en Pomán.
 Miércoles 10, Andalgalá.
Jueves 11, en Belén.
Viernes 12, en Tinogasta.
Para mayor información comunicarse al teléfono celular 3834 478914.
Esta actividad se realiza en el marco de las fiestas marianas y en el Año Diocesano de la Juventud, porque en este tiempo pascual “no podemos callar, es necesario gritar a todo el mundo la alegría de que Cristo vence”.

La Comunidad del Cenáculo

Su historia
Después de años de espera y de oración, en los cuales sentía en el corazón la urgencia de dedicar su vida a los jóvenes solos y marginados de nuestro tiempo, con la ayuda de otra hermana religiosa (Sor Aurelia) y una profesora (Nives), Sor Elvira inicia sobre la colina de Saluzzo, en una casona abandonada y semidestruida desde hacía algún tiempo, y cedida en uso gratuito por el intendente de la ciudad, la primera Fraternidad del Cenáculo.
Sin seguridades materiales, con mucho sacrificio y mucha oración, con la única certeza de la fidelidad de Dios, comienza esta aventura que sólo Él conoce plenamente.
Enseguida llaman a la puerta los primeros jóvenes, personas laceradas, desesperadas, drogadas, en los márgenes de la sociedad, quienes buscan un refugio, un reparo, un lugar para renacer.
Con ellos, llegan también los primeros apoyos: la Providencia comienza a hacerse presente como signo tangible de que "Dios está con nosotros".
Los chicos acogidos, mientras reconstruyen su vida trabajando duramente, ladrillo tras ladrillo, reordenan también la casa; el trabajo y la oración dan ritmo a las jornadas de aquellos primeros años de duros sacrificios.

Quiénes somos
De la intuición del Espíritu Santo, a través de una mujer consagrada, Sor Elvira Petrozzi, nació en julio de 1983 la Comunidad Cenáculo como respuesta de la ternura de Dios Padre, al grito de desesperación de muchos jóvenes cansados, desilusionados, desesperados, adictos a las drogas y personas en general, que buscaban la alegría y el sentido verdadero de la vida.
Actualmente colaboran con la Comunidad, voluntarios, consagrados y familias que viven y operan a tiempo completo y en total gratuidad al servicio de esta obra.
La “Casa Madre” de la Comunidad se encuentra sobre la colina de Saluzzo, una ciudad en la provincia de Cúneo (Piemonte), en el noroeste de Italia. Desde ese año, han nacido numerosas Fraternidades del Cenáculo: actualmente son 56 en Italia y en el resto del mundo.
En los lugares donde la Providencia nos guía, deseamos ser una pequeña luz en las tinieblas, un signo de esperanza, un testimonio vivo de que la muerte no tiene la última palabra.
A aquellos que llaman a las puertas de la Comunidad, se les propone un estilo de vida simple, familiar, el descubrimiento del trabajo vivido como un Don de Dios, de la amistad verdadera y de la fe en la Palabra de Dios, hecha carne en Jesucristo, muerto y resucitado por nosotros.
Creemos que la vida cristiana, en su plenitud, es la respuesta verdadera a cada inquietud del hombre, y que nadie más de Aquel que lo ha creado, Dios Padre, está en grado de reconstruir los corazones confundidos y perdidos en una vida sin sentido.
Nuestra fuerza quiere ser el Amor, aquel Amor que nace de la cruz de Cristo y que da vida a los muertos, libertad a los prisioneros y vista a los ciegos. Somos nosotros los primeros en sorprendernos de aquello que el Señor está obrando delante de nuestros ojos y en agradecerle porque nos hace espectadores cotidianos de su Resurrección, como resultado de la cual cada día vemos la vida sonreír en los rostros de quienes habían perdido toda esperanza.

La casa en Argentina
El 8 de diciembre de 2005 -día en que celebramos la Inmaculada Concepción de María- la Comunidad Cenáculo abrió su primera casa en la Argentina: Fraternidad "Nuestra Señora de Luján" en Pilar, con la presencia de su fundadora Sor Elvira.
El 8 de diciembre de 2012 fue abierta la casa en Mercedes, provincia de Buenos Aires.
El paso de la resurrección del infierno de las drogas a una vida nueva se afirma en la oración y el trabajo, por ello no es de sorprenderse que un gran número de jóvenes se sanen aquí.

Nuestro estilo de vida
A aquellos que acogemos les proponemos un estilo de vida simple, familiar,   disciplinado, basado en el re-descubrimiento de la oración y del trabajo (“ora et labora”), de la amistad verdadera, del sacrificio y de la fe en Jesús.
La espiritualidad de la Comunidad es profundamente eucarística y mariana. Se alternan en la jornada momentos de oración (Rosario, Adoración Eucarística, Liturgia de las Horas), de trabajo, compartiendo la vida delante de la Palabra de Dios y de los hermanos, de juegos, de fiesta.
Creemos que la vida cristiana en su simplicidad y plenitud sea la respuesta verdadera a toda inquietud del corazón y que el encuentro con Dios hace renacer al hombre a la esperanza.

Quiénes pueden entrar a Cenáculo
La Comunidad recibe a todos aquellos que desean reencontrar la alegría y el sentido de la vida a través de un camino simple y verdadero.
La primera condición para entrar a la Comunidad, es sentir la necesidad de Dios y de nuestros hermanos, es sentirnos pobres y pecadores.
La mayor parte de los jóvenes que se han dirigido a nosotros pidiendo ayuda, provienen de situaciones difíciles, de tristeza profunda, frecuentemente de la adicción a las drogas. Otros solicitando el poder vivir la total dedicación de su vida en superación de sí mismos y en servicio a los demás, viendo en nuestro estilo de vida un camino que los ayuda a comprender la voluntad de Dios.
En fin, las motivaciones por las cuales se llega a la Comunidad pueden ser diferentes, pero la propuesta clara de renacimiento es una: el encuentro con Jesús resucitado a través de una vida compartida, de oración, trabajo, sacrificio y amistad verdadera.

A quienes deseen entrar
A los chicos y chicas  que quieren entrar se les pide participar en algunos coloquios preliminares durante los cuales ellos llegan a conocer la realidad y el estilo de vida de la Comunidad, y donde verificamos su grado de voluntad para querer cambiar, conociendo sus problemas reales y evaluando si estamos en grado de poderlos ayudar.
Después de algunos coloquios se invita a los chicos a transcurrir algunas jornadas completas, de la mañana a la noche, en una de nuestras Fraternidades y finalmente, si desea ingresar a la Comunidad, se los recibe.
La recepción es gratuita, no se paga ninguna renta fija y cada familia colabora según sus propias posibilidades.
No acogemos a personas con problemas físicos o con problemas mentales graves (esquizofrenia, etc.). La experiencia de estos años nos ha enseñado que nuestro estilo de vida exigente y muy regulado no les ayuda a resolver sus problemas, y desafortunadamente, no nos encontramos en la posibilidad de proveer la constante asistencia médica especializada que necesitan.