Camino a la Beatificación

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17 noviembre 2010

Fiestas patronales en el Oratorio de Cristo Rey

Niños que concurren al Oratorio de Cristo Rey
recibirán la Primera Comunión.
Bajo el lema “Como discípulos y misioneros vivamos en comunión”, entre el 18 y 20 noviembre, se llevarán a cabo las fiestas patronales en el Oratorio de Cristo Rey, ubicado en la intersección de avenida Alem y calle Buenos Aires, perteneciente a la parroquia Jesús Niño en la ciudad capital.
Los días jueves 18 y viernes 19, a las 19.00, se oficiará la Santa Misa; en tanto que el sábado 20 se realizará la Procesión y Santa Misa, en el transcurso de la cual, los niños de la comunidad recibirán la Primera Comunión. La concentración para el inicio de los actos litúrgicos está prevista a las 18.30.
El Vicario Parroquial de Jesús Niño, Pbro. José Aguirre, en una exhortación a los fieles del sector, manifiesta que “son muchas las bendiciones que el Señor nos ha regalado en este tiempo de gracia especial por los cien años de vida de la Iglesia de Catamarca”. En este sentido, resaltó el paso de la Sagrada Imagen de la Virgen del Valle por las calles del barrio deteniéndose en la capilla de Cristo Rey, el domingo 4 de julio; como también la presencia del Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, el año pasado, en el marco de la visita pastoral a toda la jurisdicción parroquial.
Asimismo, destaca que “la Iglesia de Catamarca quiere ponerse en esta actividad misionera para unirse a la Misión Continental; por eso nosotros, como parroquia de Jesús Niño y como comunidad de Cristo Rey nos disponemos a entrar en comunión con esta tarea que nos compete a todos”.

Origen de la Fiesta de Cristo Rey
Pío XI instituyó la Fiesta de Cristo Rey contra el liberalismo, que afirma el laicismo del Estado y niega los derechos de Nuestro Señor. He aquí lo que escribe en la Encíclica Quas primas: “Por otra parte, erraría gravemente el que negase a Cristo-Hombre el poder sobre todas las cosas humanas y temporales, puesto que el Padre le confirió un derecho absolutísimo sobre las cosas creadas, de tal suerte que todas están sometidas a su voluntad. Por tanto, a todos los hombres se extiende el dominio de nuestro Redentor… El imperio de Cristo se extiende no sólo sobre los pueblos católicos y sobre aquellos que habiendo recibido el bautismo pertenecen de derecho a la Iglesia… también a cuantos no participan de la fe cristiana, de suerte que bajo la potestad de Jesús se halla todo el género humano”.

La actualidad de la Fiesta de Cristo Rey
La Fiesta de Cristo Rey fue proclamada en tiempos muy particulares, a principios del siglo pasado, con la idea de “procurar la restauración del Reino de Cristo” para restablecer y vigorizar la paz en un mundo fracturado por la guerra. Han pasado muchos años, y la paz sigue siendo un anhelo que se balancea sobre los vientos del odio, los extremismos, la soberbia del poder, la falta del sentido de la vida, la depresión y la angustia en muchos pueblos y corazones humanos.
Es que vivir “como si Dios no existiera” ha llevado a la humanidad a este estado de desconsuelo y alerta, que aleja a los hombres de la felicidad que tanto nos empeñamos en buscar. Ayer como hoy, continúa vigente la invitación de recuperar y anunciar el Reino de Cristo a los hombres y mujeres que caminan a nuestro lado, para lo cual, es esencial que cada uno de nosotros nos animemos a vivir ese “reinado” en nuestra propia vida diaria.
Es un Reino donde los bienaventurados son los pacíficos, los humildes, los puros, los justos, los de corazón recto; los que sufren, los que perseveran. Un Reino que nació en un pesebre, hizo camino acercándose al pueblo más pobre, más necesitado y olvidado.
Un Reino cuyo escándalo es el amor; que perdona, que reinicia el camino, que tiende puentes, que consuela, que va en busca del que tiene necesidad de sentirse amado.
Es un Reino que se construye en la oficina, en el hogar, en el barrio, en la escuela o la fábrica, en la comunidad parroquial, en el grupo, en la Patria; que se expande cuando en la normalidad del día, la Palabra del Rey, que es Cristo, se encuentra con la vida.