Camino a la Beatificación

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07 abril 2010

El Obispo y 26 sacerdotes de Reconquista visitan Catamarca por el Centenario Diocesano


Desde el lunes 5 y hasta el viernes 9 de abril, visitan Catamarca el Obispo de Reconquista, Mons. Ramón Alfredo Dus, junto con 26 sacerdotes del clero de esa diócesis santafesina, como parte de las actividades programadas con motivo del Centenario de la creación de nuestra Iglesia particular. Durante la mañana del miércoles 7 de abril, en el altar mayor de la Catedral Basílica se concretó la Santa Misa concelebrada por los cleros de ambas diócesis. La misma fue presidida por el Obispo anfitrión, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por el Obispo visitante, Mons. Ramón A. Dus; el Obispo Emérito de Catamarca, Mons. Elmer Osmar Miani, y sacerdotes de Reconquista y Catamarca.
En el inicio de la celebración eucarística, Mons. Urbanč agradeció la presencia de los hermanos sacerdotes y el Señor Obispo de Reconquista, quienes llegaron en peregrinación hasta nuestra ciudad, donde permanecerán hasta el próximo viernes.

Gracias especiales
Durante la homilía, Mons. Dus agradeció al Señor y a la Virgen del Valle por la posibilidad de estar en Catamarca, como también al pastor diocesano y al clero local por su hospitalidad. Dijo que “es una gracia haber compartido la peregrinación hasta esta Diócesis de Catamarca, en el Centenario de su nacimiento y en el Bicentenario de la Patria”.
Explicó que se trata de “un gesto común del Presbiterio de Reconquista de peregrinar hasta este Santuario de la Virgen del Valle, para fortalecernos en este encuentro con el Resucitado, quien se hace presente cuando lo buscamos de corazón”.
A los pies de la Sagrada Imagen de la Virgen del Valle, el obispo visitante pidió gracias especiales a la Patrona de este Valle, para los sacerdotes y toda la comunidad de su diócesis. Primero, la gracia de la comunión; luego la gracia de la sabiduría; y finalmente, la gracia de la salud, tanto física como espiritual. “Tenemos necesidad de que María nos alcance la sanación de nuestros espíritus, que Ella nos dé fortaleza y la sanación para nuestras comunidades; como también la salud corporal que necesitamos para estar al servicio de Dios y de nuestros hermanos”. Asimismo, peticionó estas gracias particulares para el Presbiterio y la comunidad de Catamarca, donde quiso quedarse colmando de bendiciones a quien llega con fe hasta sus pies.
Luego de la Santa Misa concelebrada, los miembros de ambos cleros compartieron un almuerzo fraterno.